Soñadores Uruguayos.. Flavia Menchaca

Buenas noches soñadores! ¿Cómo andan? Espero que esta mitad de semana los lleve bien. Me gustaría poder presentarles a una nueva voluntaria; otra soñadora como ustedes; que en esta oportunidad nos compartirá 2 de sus relatos cortos para que nos deleitemos.

Espero, como en el caso de nuestros soñadores anteriores, que puedan sentirse identificados con ella y que su experiencia los ayude si están transitando este camino de la escritura.

Dejo paso a su espacio...

Déspota.

El tiempo se detuvo en el momento preciso en que el brazo de la sombra azul alcanzaba toda su extensión, por encima de la cabeza, y la mano se aferraba al garrote con intenciones destructoras. 

En la calle, se difuminaban los cuerpos en manchas borrosas y los gritos eran menos intensos; hasta convertirse en murmullos caóticos. Los segundos se congelaban en una escena.

Nada más existía en sus pupilas que el reflejo de la mirada de la sombra, podía notar su pánico enmarcado por las arrugas estiradas en el rostro. Pero a aquel ser le era indiferente el miedo, su edad o la temblorosa mano ajada que protegía, de manera inútil, la distancia entre ambos.

Él la observaba con ojos cargados de odio; odio que sabía que no se dirigía hacia ella, pero la atravesaba, la volvía indefensa, incapaz de huir. Estaba atada a la escena.

La sombra debía cumplir una orden clara y aquella mujer se lo había buscado al ir en contra de la corriente, no había excepciones en su castigo.

La mano implacable hizo la primera descarga. Dio de lleno en el hombro de la mujer que perdió el equilibrio y cayó de bruces al suelo sin apartar la mirada de él. ¿Cómo se atreve? masculló entre dientes la sombra.

La segunda descarga fue directo a su cabeza, pero la mano temblorosa de la mujer logró frenarla lo suficiente y así evitar un golpe mortal. El odio explotó en el pecho de la sombra ante la resistencia y la rebeldía que se le imponía. Una tras otra, la tercera, cuarta y quinta descarga fueron directo al cuerpo que en vano intentaba defenderse. 

La mujer estaba indefensa, sentía como la sangre le golpeaba las sienes y la respiración se tornaba entrecortada. El caos, los gritos, el llanto... su llanto se volvieron insoportables. Le dolía el cuerpo.

De pronto los golpes cesaron... a penas pudo ver como varias personas se arremolinaban contra la sombra haciéndola retroceder mientras otros la ayudaban a pararse y a alejarse del peligro. Sus piernas apenas le respondían, tenía las manos ensangrentadas y la ropa manchada. 

A salvo en una escalinata continuaba escuchando los gritos y los golpes...

Esa tarde en la televisión se felicitó a las sombras azules por el gran trabajo realizado para mantener el orden y la paz. Lágrimas brotaron de la mujer con la misma fuerza que el garrote. Temblaba. Fue ahí que se dio cuenta que su dolor no provenía del cuerpo.

Rebelión.

¡Revoluciones eran las de antes!- replicó el dueño de la juguetería hacia una televisión vieja que informaba sobre injusticias rutinarias y eventos desafortunados, mientras barría el piso polvoriento y trapeaba algunos juguetes desvalidos. 

Poco sabía que la bailarina de la caja musical se declaraba en huelga por tener un trabajo insalubre, o que la mamushka lloraba vacíos existenciales en un rincón, o que la muñeca de trapo se volvía consciente de su cabizbaja sumisión. Tampoco notó al oso de peluche escribiendo manifiestos sobre la violencia del animal inanimado y que el títere se deprimía por no ser independiente.

Pero lo que menos sabía era que la marioneta junto al ventanal, cuyos ojos contemplaron un mundo diferente a través del cristal, renegaba de su materialidad sometida y procedía a cortar el último hilo. 

Queremos saber cuándo escribiste tu primer relato y, por qué decidiste hacerlo.

Empecé a escribir de muy niña. Al principio fueron comienzos de "novelas" (muchos de ellos eran sospechosamente parecidos a Harry Potter con otros nombres, porque era mi libro favorito) pero nunca las terminaba. Después hace unos tres años comencé a ir a un taller de escritura, en el cual nos daban consignas todas las semanas y fue gracias a eso que aprendí a hacer historias más pequeñas. Fue ahí que escribí mi primer cuento corto. 

No fue algo que decidí hacer de manera consciente, lo hacía porque lo disfrutaba mucho. Al taller fui porque quería aprender y también saber que pensaban otros sobre lo que escribía, porque hasta ese momento nadie había leído mis historias.
Y, ¿tus cuentos tratan de cualquier temática o tienes un género preferido en particular?Si, las temáticas son variadas aunque creo que lo que tienen en común es que son temas que me afectan positiva o negativamente. Muchas de ellas provienen de cosas que leo, miro en la televisión, escucho en la calle o que me pasan a mi misma. Ahí comienzo a imaginar una historia que está relacionada con eso y después siento la necesidad de escribirla.
¿Cómo te sientes al expresar esta creación? Poder sacarla de tu mente y darle forma...¡Qué pregunta! no me había puesto a pensar en lo que se siente...
Es como una mezcla de alivio, alegría, frustración (porque no siempre logro que quede como me lo imaginaba) capaz que algo de pena también porque es como que una vez que está en el papel deja de ser parte de ti... 

Pero, a pesar de que no todas mis historias llegan al papel no puedo olvidarme de ellas, sigo desarrollándolas en mi cabeza. Si no logro escribirlas es como que no estoy tranquila y sigo pensando en ellas.

¿Has llegado a compartir alguna de tus historias con alguien? ¿Por ejemplo en la Red de Jóvenes Escritores? O, ¿te gustaría hacerlo? Y, ¿porque?

Si, en el taller leíamos en voz alta y el coordinador nos daba una devolución. Esa fue la primera vez que compartí alguna de mis historias con alguien, me daba mucha vergüenza. Este año por varias razones comencé a publicar en dos plataformas (Monteveo e Inkspired) y después me uní a la Red de Jóvenes Escritores y de a poco me fui animando a compartir ahí también.  Lo hago buscando feedback y también saber qué piensan los demás sobre lo que escribo, si les gusta leer mis historias o no. En caso de que no, qué debería hacer para mejorarlas.

Bueno Flavia espero que con esta oportunidad te sirva para que más personas conozcan tus relatos y te ayuden a mejorar; y que a otros también les sirva como inspiración por tu propia experiencia. ¡Y a seguir escribiendo que lo importante es poder dar forma a esa ideas que rondan nuestra imaginación!

Muchas gracias por la oportunidad! La verdad muy lindas preguntas espero que a los lectores de tu blog les guste y que más jóvenes se animen a formar parte del espacio.

Como siempre, agradecerle a Flavia por haberse animado a formar parte de este espacio; e invitar a todo aquel que quiera compartir su pasión para formar parte también.

Espero que hayan disfrutado de estos relatos. Pueden dejar sus comentarios y opiniones a Flavia por aquí abajo; seguro que ella los apreciará.

¡Un beso enorme para todos!